Hermano- Cuando sea grande, y sea colectivero, y tenga plata; me voy a comprar una camioneta gigante, y una guitarra eléctrica, y un televisor gigante, y me voy a comprar un avión y voy a viajar por el mundo, y voy a tener una casa gigante con una pared con una pecera llena de tiburones...
Madre (interrumpiendo)- ¡Hay! Hijo ¿y el amor?
Mi hermano se queda pensativo un momento.
Hermano- ¿Eso que vos le ponés a la comida? Si, también... ¿Y eso dónde se compra?
10 comentarios:
me morí muerta con la peli "la sal de la vida"... no es lo máximo?
ahh.. si... el post...ehhmm... genialllllll!!!!!!
sorry MyN... no la vi. Es mas, no sabia que existia.
que corta mambo tu madre.... y finalmente que hizo tu hermano?
ahora compra amor en un burdel de la plata... jajaja
tan chico y sabio tu hermano.... todo se compra..... no?
Podríamos trazar un paralelismo entre el amor, la sal, la hipertensión, las eras alimenticias a las que los sometió tu mamá, y tantas otras cosas pero dejémoslo a tu hermano disfrutar tranquilo de los burdeles platenses.
jajaja... muy bueno, sil.
ayyy, sí, ayyyy. El amor también entra por la panza.
Muy buena la reflexión de Sil.
Me morí con este post y con la pecera enorme contra la pared gigantesca llena de dinosaurios. Debe ser el colectivero con el mejor sueldo del mundo... Como el Omar Viviani de los bondis, no?
vamos cíclope, actualice!
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