jueves, 10 de septiembre de 2009

Desde el otro lado...

Hace unos días, hablando sobre este mismísimo blog con Mi Madre (si, lo lee... attenti ai commenti) me contó una anécdota, pero desde su lado.

Hacía unos pocos meses que, junto con mi hermana, habíamos venido a estudiar en La Maldita Ciudad de Buenos Aires. Una amiga de la familia, junto con su hija, había venido desde Chile a dar una paseito por nuestra capital y mi madre aprovechó para darse también una vueltecita, compartir un par de cafés y una salida al teatro.

Según sus propias palabras: "cuando salíamos a pasear ustedes se nos pegaban como una lapa a todo lugar que íbamos, y nosotras queríamos tomarnos un par de cafés a solas y chumear lo que no habíamos chusmeado en años. Estaban insoportables, porque en lugar de hacer la suya, se nos pegaban y no había forma de escaparse. En un momento, no se cómo, los perdimos de vista, y para despistarlos no se nos ocurrió mejor idea que volver al departamento a charlar tranquilas mientras ustedes nos buscaban como huérfanos primerizos. Me acuerdo; que entramos al departamento, preparamos unos mates, y veo que sobre el escritorio vos tenías un cigarrillo de marihuana armado. Así que nos sentamos en el suelo a tomar mate y no acabamos de darle una pitada cada una que entraron los tres haciendo barullo. Evidentemente habían descubierto nuestro truquillo de madres; pero lo peor fue que no solo entraron a hinchar las bolas, gritar como megáfonos descompuestos y no dejarnos charlar ni un minuto a solas sino que además se fumaron todo el porro entre los tres y no nos dejaron nada. Ustedes también tienen lo suyo, nene."


¡Si te gustó lo que leiste, compartilo!