jueves, 27 de agosto de 2009

El amor es la sal de la vida.

Conversación entre mi hermano (a sus cinco años aproximadamente) y mi madre:

Hermano- Cuando sea grande, y sea colectivero, y tenga plata; me voy a comprar una camioneta gigante, y una guitarra eléctrica, y un televisor gigante, y me voy a comprar un avión y voy a viajar por el mundo, y voy a tener una casa gigante con una pared con una pecera llena de tiburones...

Madre (interrumpiendo)- ¡Hay! Hijo ¿y el amor?

Mi hermano se queda pensativo un momento.

Hermano- ¿Eso que vos le ponés a la comida? Si, también... ¿Y eso dónde se compra?


10 comentarios:

Malhumoretti y Neptuno dijo...

me morí muerta con la peli "la sal de la vida"... no es lo máximo?

ahh.. si... el post...ehhmm... genialllllll!!!!!!

El Cíclope Catódico dijo...

sorry MyN... no la vi. Es mas, no sabia que existia.

Anónimo dijo...

que corta mambo tu madre.... y finalmente que hizo tu hermano?

El Cíclope Catódico dijo...

ahora compra amor en un burdel de la plata... jajaja

no importa quien soy dijo...

tan chico y sabio tu hermano.... todo se compra..... no?

Sil dijo...

Podríamos trazar un paralelismo entre el amor, la sal, la hipertensión, las eras alimenticias a las que los sometió tu mamá, y tantas otras cosas pero dejémoslo a tu hermano disfrutar tranquilo de los burdeles platenses.

El Cíclope Catódico dijo...

jajaja... muy bueno, sil.

Rossana Vanadía dijo...

ayyy, sí, ayyyy. El amor también entra por la panza.

mara dijo...

Muy buena la reflexión de Sil.
Me morí con este post y con la pecera enorme contra la pared gigantesca llena de dinosaurios. Debe ser el colectivero con el mejor sueldo del mundo... Como el Omar Viviani de los bondis, no?

Malhumoretti y Neptuno dijo...

vamos cíclope, actualice!
m

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