jueves, 28 de julio de 2011

Mandá "MADRE" al 2020

.     Una vez que los hijos nos fuimos de la casa, Mimadre se construyó un refugio personal para trabajar. Un gran loft sobre el fondo del terreno con acceso independiente. La construcción principal se preparó para ponerla en alquiler temporario. Más como un hobbie que como un emprendimiento económico, es una entrada nada despreciable.

.     En cierta ocasión apareció un tipo que quería alquilarla por unos meses, en lugar del habitual "algunos días". El hombre dijo que si necesitaba él le pagaba todos los meses juntos y que de cuánto era el depósito y a Mimadre el alarde de entrada le resultó extraño. No le cobró ninguna seña, el tipo pagó el primer mes por adelantado a la firma del contrato y al hacerlo, sacó un fajo de billetes evidenciando que "la plata no es mi problema".
.     En ese primer més, cuando esta persona quería saber dónde estaba algún utensilio de cocina, o algo de ese estilo, le comentaba alguna cosa a Mimadre, quien se enteró -sin demasiado interés- de algunos detalles de la vida del tipo, como que tenía a la ex mujer con los hijos en la ciudad, que los chicos habían empezado en tal secundario, que pensaba venirse a trabajar a la ciudad, que necesitaba unos meses mientras se acomodaba y establecía el negocio, que era de decendencia turca y de alguna manera seguía esa tradición que da la gastronomía y cierta idiosincracia, etc.
.     Antes de que se cumpliera el segundo mes, Mimadre necesitaba viajar hacia Buenos Aires así que le dice al tipo que ella no va a estar pero que no se preocupe por el dinero porque le puede pagar cuando ella vuelva. El tipo rápidamente atina a decirle que si quiere le puede pagar en unos días antes de que se vaya, a lo que por supuesto mi madre se negó.
.     Pasaron unos 15 días hasta que volvió de Buenos Aires y no lo vio como por una semana. Cuando finalmente se encuentran, él le dice que no tiene la plata en el lugar y que si puede pagar en unos días. A la semana de que el tipo no hacía acuse de recibo; va hasta la puerta del frente, le toca el timbre y le pregunta cuándo le puede pagar y él le dice que al otro día le va a dar el dinero. Finalmente, entre una cosa y otra, no lo ve por unos días más. Nunca lo veía en la casa, le tocó en varios horarios pero nunca contestaba nadie; hasta que se cansó, agarró la copia de la llave y entró.
.     ¡El tipo se había ESCAPADO! ¡Y no solo eso! Había dejado todas las luces prendidas y las estufas al máximo; había alguna que otra cosa rota y todo tan sucio que por el estado de descomposición de algunos sobrantes de comida supuso que el tipo se había ido hacía algunos días y de apuro.
.     Mimadre buscó el contrato donde figuraba el número de celular y lo llamó. Se da una discusión en la que finalmente el tipo le corta. De más está decir que el tipo no le contestó más. Mi madre estaba tan enfurecida con la actitud del tipo que comenzó una lenta tortura: mensajitos de texto.
.     Comenzó con mensajes casi inocentes tales como: "Debería darle vergüenza escaparse así y quedar debiendo dinero"; "se olvidó una campera en el ropero, pero para recuperarla tendría que volver y pagar lo que debe".
.     Luego, inició una venganza más elaborada. Buscó quién era el pope de la colectividad turca argentina y le escribió "envié un mail a xxx xxx preguntando si conocía a Eltipo y diciendo que esa persona se escapó y me debe dinero". Eltipo le respondió diciendo que cómo iba a hacer esa barbaridad. Doble golpe; Mimadre se dio cuenta que el tipo leía los mensajes, solo era cuestión de saber que cuerdas tocar. A partir de ahí la venganza fue en escalada para ver a dónde saltaba el tipo.
.     Buscó a aquellos que compartían apellido en la guia y comenzó a enviarle mensajes de este estilo: "llamé a tal persona y le pregunté si conocía a Eltipo porque me había quedado debiendo mucho dinero." Como él era de la ciudad, sabía que en algún momento la iba a pegar con alguien... y cada tanto el tipo respondía.
.     Luego se transformó en una diversión y comenzó  a escribirle a horas inusuales: a las seis de la mañana, cuando ella suele comenzar su día; o a las tres de la madrugada, cuando toma un vaso de agua.
Tras la etapa de diversión comenzó la de chivo expiatorio. Cualquier inconveniente que tenía, se lo descargaba mandándole un mensaje al pobre tipo que, para este entonces, no puedo mas que imaginar que nunca creyó que no pagar le iba a costar tan caro. 
.     Llegaba una boleta de luz astronómica, mensajito; tenía que hacer una cola enorme en el banco, mensajito; algún problema burocrático en la universidad, mensajito, cualquier cosa que pasara, mensajito, mensajito, MENSAJITO. 
.     Lo más llamativo es que el tipo cada tanto contestaba, es decir que seguía leyendo los mensajes y esto renovaba el interés en el juego de buscar el próximo nivel. Mimadre ya casi había agotado sus recursos; aunque para ser sinceros, para este entonces sentía que el pobre tipo había más que pagado su deuda.
.     Un día, después de enviarle un mensaje casi desganado, tuvo una epifanía maliciosa. Una jugada magistral y desesperada que evidéntemente reavivaría las brasas:

"llamé al colegio de sus hijos preguntando si sabían donde podía localizarlo ya que se escapó sin pagar y me debe tal cantidad de dinero".

.     Fue el último mensaje que envió y nunca pudo saber si hubo una respuesta porque ese día no sabemos si le robaron o perdió el celular en una acto inconsciente de algún tipo de remordimiento.

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1 comentario:

MsAlezhita dijo...

Magistral! nunca se me habría ocurrido hacer sufrir a alguien de esa forma por una deuda.

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